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¿Que son las emociones?

Una guía sobre las emociones, para qué sirven, cuáles son las emociones básicas y cómo controlarlas.


¿Para qué sirven las emociones?


Las emociones son reacciones psicofisiológicas que todos los seres humanos experimentamos y que se expresan en nuestro cuerpo de forma espontánea y automática a través de gestos y micro expresiones faciales.

Por lo general, las emociones aparecen de tres formas simultáneas.

  1. Sensaciones corporales. Cuando una emoción aparece, notamos cambios en distintas partes del cuerpo. En el estómago, el pecho, la cara, etc. Generalmente, aparecen en forma de hormigueos, tensión o debilidad muscular, sensación de “nudo”, calor en el pecho, cambios en nuestro ritmo cardiaco. Incluso pueden provocar cambios visibles en el color de nuestra piel, en los niveles de sudoración, o en nuestra respiración.

  2. Pensamientos. Una emoción puede generar cambios en nuestros pensamientos al modificar aspectos tales cómo su contenido, su frecuencia e incluso su intensidad.

  3. Impulsos o pautas de acción. Una emoción nos genera la energía para realizar una acción. Por ejemplo, el miedo nos genera ganas de huir o de refugiarnos, la ternura ganas de acercarnos, el enfado, la necesidad de poner un límite.


¿Cuáles son las emociones básicas?


Todas las emociones que existen se pueden clasificar en primarias o secundarias. Dentro de las emociones básicas se encuentran la ira, el miedo, la tristeza, el asco, la alegría y la sorpresa; en cambio dentro de las secundarias, las cuales derivan de las primarias, se encuentran por ejemplo el orgullo, la frustración y el amor.


-IRA: Aparece ante el daño o la pérdida de algo que sentimos nuestro y queremos recuperar. Su función es la Autodefensa, nos impulsa a superar obstáculos, sacarnos de encima eso que nos molesta o que nos daña e inhibir reacciones indeseables de otras personas.



-MIEDO: Aparece como anticipación de una amenaza o peligro (real o imaginario) que produce ansiedad, incertidumbre e inseguridad. Su función es advertirnos de una amenaza para protegernos del peligro.


-TRISTEZA: Aparece ante la pérdida de alguien o algo importante. Su función es la reintegración. Es decir, hacernos conscientes de alguna cosa, situación o persona que hayamos perdido o que añoremos. Y aceptar la pérdida (duelo).



-ASCO: Aparece ante un objeto, un lugar o un acontecimiento psicológico, o de valores morales, repugnantes. Suelen ser estímulos sensoriales percibidos como perjudiciales para la salud. Su funciones es el rechazo, asegurando nuestra supervivencia, y actuando a modo de protección.



-ALEGRÍA: Aparece ante algo que nos gusta y/o nos hace sentir bien. Su funciones es de afiliación, aportar ánimo y acercarme a los demás. Nos induce a reproducir aquello que nos hace sentir bien.



-SORPRESA: Aparece ante situaciones inesperadas o extrañas nos permite una aproximación cognitiva para saber qué está ocurriendo. Su funciones es la exploración, nos ayuda a orientarnos, a saber qué hacer, ante una situación nueva.




¿Cómo controlar las emociones?


Controlar las emociones y mantener el autocontrol emocional puede ser, para algunas personas, todo un desafío. Las emociones en sí misma no son un problema; la cuestión es tener la capacidad consciente de regular los impulsos de manera voluntaria y adaptativa en cualquier situación.


Las siguientes habilidades generales pueden ayudar a mantener el autocontrol emocional:

  • Aprender a decir «no»

  • Mantener una actitud positiva que conduzca a un mayor control sobre uno mismo y su estado de ánimo

  • Evitar complacer a todo el mundo

  • Fomentar la comunicación de los pensamientos y sentimientos

  • Mindfulness

  • Técnicas de respiración


¿Por qué es importante controlar nuestras emociones?


El control emocional se lleva a cabo con el objetivo de entender y controlar las emociones a las que una persona se puede ver expuesta en su día a día.

Puntos fundamentales de nuestro día a día en los cuales el control emocional puede ayudarnos:

  • El control emocional ayuda a manejar mejor los problemas.

  • El control emocional ayuda a disminuir el desgaste psicológico y permite hacer frente a las dificultades que aparecen en el día a día.

  • Potencia la autoestima.

  • Da a la persona una sensación de autonomía y seguridad, así como de percepción del control de la situación.

  • Estimula las relaciones interpersonales.

  • Mejora el rendimiento de la persona en distintos ámbitos, como el laboral, el académico y el social.


Bibliografía:

  • Montañés, M. C. (2005). Psicología de la emoción: el proceso emocional. Universidad de Valencia, 3.

  • Gil, F. T., & Martínez, L. M. (1992). Watson y la psicología de las emociones: evolución de una idea. Psicothema, 297-315.

  • Fernández-Abascal, E. G., Rodríguez, B. G., Sánchez, M. P. J., Díaz, M. D. M., & Sánchez, F. J. D. (2010). Psicología de la emoción. Editorial Universitaria Ramón Areces.


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